jueves, 16 de abril de 2020

Elemental (libros de 2020, 5/x)

La cuchara menguante (de Sam Kean. 2010. 2ª Edición traducida de Ariel, 2012) es el otro libro que rescaté en Navidad de casa de mi hermana. Tengo un problema con mis libros: si recordáis, al irme en 2016 a Francia ni sabía cuándo iba a volver a vivir en España (cierto), ni suponía que iba a volver a vivir al piso de mi hermano (je...); y en todo caso supuse que debido a esto él buscaría otro piso más pequeño, por lo que para facilitarle la supuesta mudanza (que al final nunca se produjo) yo había almacenado todos mis libros, salvo los de "primera necesidad", en casa de Pepe. Y allí siguen, espero que todos bien, y me resulta difícil describir cuánto los echo de menos: todas las guías, los libros de divulgación y las novelas... y las ganas que tengo de volver a tener un hogar que yo sienta un poco como mío y algo más permanente (aunque notaréis los que me conocéis que, en realidad, llevo diez años diciendo que "no creo que siga mucho más en casa de mi hermano..."). En fin, que me enrollo; a donde quiero llegar es a que de vez en cuando me llevo la alegría de descubrir que tal o cual libro no estaba en casa de Pepe, sino en la de otra persona* que me ve, me lo devuelve, y vuelvo yo a disfrutarlo... Eso me pasó con el que hoy nos ocupa, que he tardado en leer más de lo que merece porque, paradójicamente, con la cuarentena echo menos rato leyendo al día, que pierdo el de la ida y vuelta en el Cercanías.

Es un libro que me gusta mucho: va desgranando, anécdota tras anécdota, la historia del descubrimiento y usos de todos los elementos químicos. En ocasiones lo hace contando cosas curiosas de la vida del que descubrió tal o cual elemento, otras a través de sus funciones biológicas o sus usos industriales o como venenos o medicinas... Un ejemplo típico de historia del libro sería la que le da título: el galio es un metal muy similar al aluminio, pero con un punto de fusión bastante bajo, de solo 30 ºC. Por lo que si uno forja una cucharilla de café de galio por hacer la broma y la usa... bueno, pues imagináis el resultado. Aunque no sea ni mucho menos imprescindible, creo que para sacarle pleno partido al libro hay que tener suficientemente fresca en la cabeza al menos la Química de 4º de ESO, pues cuando explica detalles de la estructura atómica y molecular, orbitales o enlaces, no lo hace con un nivel para neófitos absolutos; pero aún así cualquiera creo yo puede disfrutar de todas las curiosidades que cuenta. Muy buen libro, sin más, recomendable.


* Debería alguna vez hacerme un fichero de libros. Al menos antes de que empiece a comprármelos repetidos...