martes, 8 de septiembre de 2020

Darwin es mainstream (libros de 2020, 10/x)


 Lo reconozco: soy de esas personas (envidiosos, creo que se nos puede llamar) que, cuando algo o alguien se hace popular, lo miran con un cierto desdén; por mucho que en realidad esa persona o cosa sea realmente buena, o incluso nos guste... Por el ámbito en el que me muevo, hay un fandom con el que me cruzo a menudo y que me resulta bastante pesado, que es el de Darwin. Y sí, ya lo sé: la publicación del Origen en 1859 dio comienzo a una revolución radical de la forma en que vemos el mundo. Reconocer la existencia de los procesos evolutivos y entender su funcionamiento perfunde hoy toda la biología (desde el estudio de las moléculas hasta el de ecosistemas enteros), y más allá; y todo esto nace de la perspicacia del amigo Darwin... ya, ya lo sé: no le quito un ápice ni de mérito ni de relevancia, pero tampoco necesito que me lo recordéis a todas horas (porque tengo esa tara; en realidad no es culpa vuestra). Cada vez que en un artículo leo un "ever since Darwin blablabla (1859)" totalmente innecesario frunzo el ceño, al igual que cuando os veo con un I think... y un arbolito tatuados, o que os escucho cambiar un "gracias a Dios" por un "gracias a Darwin". Me tenéis frito. Y hacéis que se me hayan quitado las ganas de leer cualquiera de sus obras.

... Y sin embargo, Darwin en sí me cae muy bien; lo recordaba releyendo estos días un libro que no cogía en casa desde que era un crío pequeño. Darwin. La expedición en el Beagle (1831-1836) (de Alan Moorehead, 1969; en traducción de Manuel Crespo para el Círculo de Lectores, 1980) es un librillo que, basándose en la propia crónica de Darwin, narra el viaje del científico alrededor del mundo como naturalista de a bordo del Beagle, en una misión cuyo principal cometido fue en realidad realizar una cartografía detallada de las costa del Cono Sur (por comparación el resto del mundo apenas ocupó espacio de viaje, ni lo ocupa en el libro). Es prácticamente un libro de aventuras y de curiosidades, escrito en un estilo simple, casi como para jóvenes; y al que al leerlo ahora se le nota el medio siglo en la falta de revisionismo histórico. Pero es un libro que de chaval me había encantado, antes de que "me estropeaseis" la figura de Darwin; y que al releerlo ahora me lo ha vuelto a salvar. Espero que me dure el estar de buenas.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Historietas emplumadas (libros de 2020, 9/x)


 Como no contaba con salir demasiado al monte durante las pasadas vacaciones en la aldea, aproveché para leer relatos sobre las aventuras campestres de otras personas, que es un estilo de libro que me gusta mucho: entre pajareros, uno puede fácilmente identificar y sentirse identificado con las historias de los demás, desde los días catastróficos en que uno no consigue nada de lo que se había propuesto hasta esos otros maravillosos, en que uno consigue ver lo que casi ni se hubiera atrevido a soñar... Pero hay libros y libros, claro. Y aunque dentro de este estilo he disfrutado muchísimo con algunos, Featherings: true stories in search of birds (Jacana eds. 2017, editado por Vernon RL Head) no es del todo uno de ellos. ¿El problema? Que la calidad individual (tanto literaria como temática) de las historias recopiladas en este librito es muy, muy variable entre autores; y en concreto me mosquea que, si bien tocan en general a historia por autor, el editor nos ha colado cuatro de su puño y letra, que se me hicieron sin duda las más pesadas de leer. El libro además se abre a una ventanita muy reducida: las experiencias naturalísticas de los pajareros sudafricanos, un mundo no solo muy blanco (de entre los veintipico autores solo uno es negro) y de gente con un nivel adquisitivo relativamente alto, sino además muy centrado en torno a Ciudad del Cabo; lo que se traduce entre otras cosas en que varios de los autores aparecen en las historias de los demás. Y no solo es un libro escrito por ellos, sino para ellos, pues abunda en localismos que nadie hace apenas esfuerzos por explicar al foráneo... Pero bueno, varias de las historias sí me resultaron en esta relectura muy entretenidas; y además es un libro al que tengo cariño por ser un regalo que me trajo Adriaan el fin de semana que se quedó en casa. A ver si en algún momento puedo viajar de nuevo allá y devolverle la visita...