¿De dónde sale Biólogo y Becario?

Estropeando el paisaje del puerto de La Morcuera

Agosto de 2019

Me llamo Antón, y nací allá por 1983 (el menor de cuatro) en Ourense, ciudad donde todavía vive buena parte de mi familia y por donde me dejo caer cuando toca.

El gusto por la naturaleza que creció en mí desde pequeño, alimentado a base de libros, documentales y horas en el campo, hizo que no tuviese muchas dudas a la hora de escoger estudiar Biología. A lo largo de la carrera decidí que llegar a ser profesor e investigador era, no la mejor forma de "ganarse la vida", sino la mejor forma de vivirla. Los siguientes años fueron viendo mis desvelos, de un proyecto de investigación a otro, por labrarme un hueco en este mundo (podéis ver un resumen más detallado de esto en mi blog anterior).

La cosa, empero, no salió bien; y tras constatar que mi CV no conseguía mejorar en calidad y peso lo suficiente como para darme opción a volver a España con curro, decidí en otoño de 2018 dejar una tercera postdoc recién empezada en Israel y volverme a Madrid, donde vivo de forma más o menos (ir)regular con mi hermano desde 2006. El curso 2018/19 lo he pasado en cuerpo trabajando como administrativo de un proyecto de investigación en el Centro Nacional de Biotecnología, cubriendo una baja por maternidad; y en alma pensando en cómo replantear mi futuro laboral. Y como siempre me ha gustado mucho la docencia, parecía lo más lógico hacer al menos el máster que permite poder ejercer como profesor de instituto y FP, y a ese máster dedicaré el curso 2019/20. Y después ya Dios dirá.

Antes aún de Instagram, antes incluso del auge y caída de Facebook y Twitter, comencé a escribir un blog (De intercambio en Madrid) al trasladarme a Madrid para cursar 5º de carrera, para mantener informados a mis amigos de mis andanzas por la capital. Finalizado el curso de intercambio, y con la perspectiva de la tesis a la vista, el blog evolucionó hacia Biólogo y Becario, mi "identidad secreta" durante siete años y medio. Ya en 2016, el paso de comenzar a encadenar postdocs, yendo y viniendo a lo largo y ancho del mundo, pedía a gritos también iniciar una nueva etapa bloguística, y ahí nació Biólogo y Mercenario. Finalmente, en enero de 2019, y como se me hacía cada vez más arduo encontrar la motivación para actualizar el blog, decidí darme un tiempo, que creí de hecho iba a ser definitivo... pero me ha podido el mono. Falto de "apellidos" nuevos para el Biólogo y..., el "lo que surja" es literal; cuando se me ocurra algo lo suficientemente ingenioso, u ocurra algo significativo, ya completaré el nombre del blog. Ni prometo actualizar a diario, ni tener nada interesante que contar, pero hay días en que las ganas de escribir me pueden, y necesito tener dónde hacerlo. Invitados quedáis a acompañarme.