domingo, 30 de mayo de 2021

Un título que se queda pequeño (libros de 2021, 7/x)


Pequeño por lo escueto, digo; el título no define muy bien este libro, pero tampoco se me ocurre ninguno alternativo breve y con gancho, la verdad... Madrid (de Andrés Trapiello, Ediciones Destino, 2020) es un libro sobre la ciudad, pero mucho más que eso: es básicamente el relato de un (de otro) madrileño de adopción, que tras décadas de recorrer las calles de la capital, recoge en estas páginas el alma de la ciudad. Un alma bien definida, pero que no le viene dada por ser especialmente bonita o agradable para vivir (porque, objetivamente, no lo es; y tampoco lo contrario, sino muy del montón), sino por ser el lugar donde (casi) todos los que llegan de afuera se sienten enseguida acogidos y queridos; una ciudad donde uno no le tiene particular cariño a tal o cual plaza o calle por lo elegante que es, sino por lo feliz que ha sido en ella. Eso hace de Madrid una ciudad mucho más viva en las páginas de un diario que en una colección de tarjetas postales, por ejemplo, y este libro sabe conjugar muy bien ambos aspectos: el de describir una ciudad a partir del relato de cómo el autor ha vivido en ella. No en vano la obra más popular de AT, escritor, editor y tipógrafo, es su Salón de pasos perdidos: su colección de diarios, aún en marcha y ya por el tomo 23. En los dos primeros tercios del libro, el autor tira de sus recuerdos madrileños (desde que llegó a vivir a la capital desde León sin ser aún ni mayor de edad, hace cuatro décadas) para ir hilvanando con ellos diversos periodos de la historia de la ciudad: por ejemplo, sus primeros meses en la ciudad, en un piso compartido y en una pensión de Carabanchel, le dan pie a hablar de los barrios obreros del sur y de una ciudad en pleno proceso de modernización urbana, que va dejando atrás el chabolismo. O sus investigaciones sobre la figura de Cervantes para escribir una serie de libros, le permiten presentarnos el barrio de Las Letras y el Madrid del Siglo de Oro. Aunque no siga un orden temporal estricto, sí menciona todo lo reseñable del Madrid medieval, del moderno y del contemporáneo; y de sus edificios y sus gentes, las notables y las menos, prestando especial atención a lo que de Madrid han contado en sus obras otros escritores (deformación profesional). El último tercio del libro es una sucesión de capitulillos cortos, más a modo de enciclopedia, dedicados a elementos particulares de la (vida de la) ciudad: la arquitectura, la gastronomía, el cine... y a personajes destacados (para el autor) de su vida cultural: Goya, Galdós, Gómez de la Serna... Por algún motivo que se me escapa, mi edición del libro (la octava, de marzo de 2021) viene acompañada de un folletín de tapa dura que reproduce tal cual algunos de estos breves capítulos finales.

Y Madrid todo lo puede, el opúsculo que acompaña al libro

Madrid ha sido mi primera aproximación a la obra de AT, pero una que tarde o temprano sabía que iba a llegar: y es que AT es uno de los escritores preferidos de AR, mi amigo de muchos años ha y mentor en esto de los blogs, que reseña pormenorizadamente cada uno de los tomos del Salón en cuanto se publican (y también este libro). Tenía ganas de empezar a leer algo de AT por imitarlo (no es ninguna vergüenza copiar, si uno copia de los buenos), pero me daba pereza coger unos diarios así a la mitad, y más aún cogerlos desde el principio. Por eso, al enterarme de la existencia de este libro por la entrada que enlazo, me pareció que sería un primer bocado más fácil de ingerir. Y me ha gustado, la verdad: las partes que combinan diario con historia, mucho, y las otras no me han estorbado. Me quedo con la sensación de que el libro cuenta de Madrid todo lo que merece la pena saberse por "cultura general", y aún más allá; y con el remordimiento de dármelas de madrileño de adopción (¡como si hubiera tantos de otro tipo!) sin haber entrado en la mitad de iglesias y museos que nombra; sin saber situar tantas de las calles, aunque sepa que he pasado por ellas...

Por que no se quede esto en una alabanza sin "peros", contaré también las cosas que menos me han gustado. Para empezar, y tal vez por la falta de una línea cronológica o geográfica estricta, hay varios pasajes que se parecen, cuando no se repiten casi palabra por palabra, sobre todo entre la sección "diario histórico" y el último tercio de "capítulos enciclopédicos". Esta última sección de hecho, por más que contenga datos interesantes, se me hace un poco pegote con el resto del libro: son como las notas al pie de un libro normal, pero con elefantiasis. Y además, el final del libro "normal", antes de esta sección, se me antoja tontamente brusco, como si le faltasen aún un par de capítulos. Por deformación personal mía, me chirrían algunos datos de naturaleza que menciona a veces, aunque no me los he anotado; me llama especialmente la atención que más de una vez incide en que "la acacia" (entiendo que se refiere a Robinia pseudoacacia, por la alusión a las flores blancas olorosas que comen los niños) es el árbol más característico de Madrid: y es verdad que las hay en buen número, pero abundan bastante menos que otras especies como plátanos u olmos siberianos. Se lo perdono sin embargo por las breves líneas cariñosas que dedica a los vencejos, elemento pequeño, pero clave, de la esencia veraniega de la capital. En la medida en que es un libro que contiene abundante material histórico sobre hechos y personajes, resulta difícil, si no imposible, que la ideología del autor no se deslice la forma de relatarlos. AT, que estuvo ligado en su día a UPyD, después de simpatizar con Ciudadanos es uno de tantos que reconoce ahora haber votado a Ayuso por orfandad, más que por convicción; y creo que este apunte basta para, en este libro concreto, no llevarse sorpresas por cómo trata tal o cual aspecto. Me parecería de bobos el leer o dejar de leer Madrid en base a esto, pero me parecería igualmente injusto no mencionarlo en esta reseña. Reseña que va camino de prolongarse caso tanto como el libro reseñado, así que mejor la dejo estar ya...