jueves, 29 de agosto de 2019

Soy un señor

"¡Anda, niño! ¡Para y no molestes a ese señor...!"

Me ha pasado, más de una vez, y tentado he estado de responderle algo no muy amable a la madre... pero, ¡ay!, hoy me he quedado sin excusas que valgan. No sé si, como me pasa a mí, tenéis la sensación de que las encuestas, que antes consideraban como "jóvenes" (mayores de edad) a los del rango 18-30, han ido en los últimos años ampliando este rango a 18-35; yo creo que por mano de sociólogos (o quien sea que haga las encuestas) fastidiados por ir cayendo fuera de la tan deseada categoría. Este último rango de edad es de hecho el que Wikipedia nombra con el constructo "adultez temprana", creo yo que acuñado por algún otro individuo añorante del collige, virgo etc. y aterrado ante la perspectiva de que lo llamen señor. Porque para eso hemos quedado: si no somos jóvenes, ni tampoco viejos, pues seremos señores. Sin truhanes ni ninettes; señores a secas.

No es plato de buen gusto, claro; y además para mí "un señor" ni siquiera lo es si no lleva bigote. Así que, puestos a evitar ser un no-señor, me voy a inventar mi propia definición de qué es ser joven:

Dramatización

Joven (o al menos joven de espíritu), en la España de 2019 y entre gente con posibilidad material de estar conectado con los devenires sociales, es toda aquella persona capaz de entender una mayoría de las muchísimas referencias de Paquita Salas. No digo ya "disfrutarlas" (categoría en la que me incluyo, por otra parte), sino simplemente pillarlas: capaz de entender por qué es gracioso que este personaje haga de este otro (o de sí mismo), o que diga tal o cual cosa. Creo que el Universo Paquita recoge bastante bien los puntos de referencia a nivel de entretenimiento de la juventud española actual (no de adolescentes para abajo, no de señores para arriba).


Y si tu DNI indica que tienes 70 años, pero te consideras reflejado en esta definición, regocíjate, pues pese a lo que diga tu médico sigues siendo joven. Y a quien no suscriba esta definición le digo que bueno, opinar es libre y gratuito =) Además aceptaré encantado cualquier otra definición propuesta que no me haga sentirme "un señor", en el sentido más cotidiano de la palabra.

PD. Cada uno tenemos lo nuestro... mi madre ha pasado un par de días la mar de enfadada porque en el telediario hablaban de nosequé delito que había padecido (o sufrido, no me acuerdo) "un anciano de 76 años..."

lunes, 26 de agosto de 2019

Dolores de barriga

¡Quién me lo iba a decir, a mis años! Queda solo una semana para que, con septiembre, empiecen también las clases del máster de profesorado, y estoy redescubriendo el dolor de barriga: la angustia infantil pre-curso escolar. Del máster en realidad no me preocupa lo que cabría esperar: descubrir si esto me gusta/sirvo para ello, pensar en qué haré con mi vida al terminarlo... sino detalles mucho más concretos e inmediatos, que se agigantan debido a mi tendencia innata por preocuparme por los afanes del día de hoy, del de mañana y del de pasado, por más que no consiga añadir un codo a mi estatura:
  • Me agobia por ejemplo pensar en que, por un "error de cálculo", voy a echar dos meses currando de nueve a dos y con clase después de cuatro a nueve. Creía que las clases serían más meses y menos clases al día, y por eso preferí matricularme en la UCM (que me queda a un paseo de casa) y no en la UAM, porque "para qué voy a estar sacándome el abono y cruzando Madrid para ir a clase cuando ya termine de currar aquí...". Y al final resulta que son solo tres meses de clase, dos de los cuales creo que tendré que pasarlos comiendo en el Cercanías.
  • A esto se suma que, al ver el programa de las asignaturas que ya lo han subido al Campus Virtual, parece que muchas se evaluarán en base a trabajos semanales, individuales y en grupo. Tendré que hacerme a la idea de dedicar los fines de semana a currar, pero claro, si los compañeros de grupo que me toquen quieren trabajar entre semana, por las mañanas, a ver cómo lo hacemos...
  • Aparentemente el centro donde haremos las prácticas de enero a marzo no lo propone uno (in diebus illis con el CAP era así, ¿no?), sino que se escoge por sorteo de entre una lista de centros que manifiestan a la Comunidad de Madrid que les interesaría contar con X alumnos en prácticas. Esto esta bien para evitar que "tu tío el profe" te firme las prácticas sin haber pasado por el instituto, pero ¿qué va a ser de mí, si me toca ir a la otra punta de la Comunidad?
  • Me preocupa pensar en que estaría bien tener el trabajo de fin de máster listo en junio, por si surge la posibilidad de empezar a currar en septiembre. Pero para eso sería bueno tener una idea de qué quiero hacer desde "ya", por si necesito hacer un trabajo de toma de datos que deba prolongarse varios meses, o lo que sea. Pero ¿qué TFM me voy a plantear ahora, si no sé "nada" de educación? ¿Qué se sabe y qué no? ¿Qué es interesante y qué anecdótico?
  • Y en línea con esto, ¿cómo se busca información sobre educación? En mis años de investigador en ecología evolutiva estoy acostumbrado a, cuando me interesa saber de un tema, tirar de buscadores de artículos e irme a los más recientes de las revistas que sé que son buenas, pero ¿se hace así en este nuevo ámbito? ¿Cuáles son las revistas buenas? ¿O tal vez en vez de artículos en inglés, lo que ahora me interesa es buscar, qué sé yo, blogs en español? Nada más decidir volver a Internet, quise abrir cuenta de Twitter para seguir a todos los profesores de Biología y Geología que encontré que vi que publicaban cosas sobre educación y su experiencia docente (¡hola!, si eres uno de los que se preguntaban "¿por qué me sigue esta cuenta con cero tuits?"), y a ver si así me voy enterando...

Qué, es una maravilla esto de comerse el tarro, ¿no? Soy un profesional de esto, llevo entrenando toda la vida, ¡no veáis la de alegrías que da...! Ya queda al menos la lista hecha; el uno de julio la revisamos, y a ver cuánto tenía de real...

Y con todo y con eso, independientemente de los dolores de barriga, tengo muchas ganas de empezar. De empezar para salir de dudas de todo esto, pero sobre todo porque me llama mucho la idea de volver a clase, de volver a aprender y a estudiar, y de conocer y hacer nuevas amistades entre los otros 44 que tendrán las mismas dudas y ganas que yo. Mal de muchos...

jueves, 22 de agosto de 2019

Todo esto antes era campo...

Al levantarme al baño por la noche (ejem, la edad), escuchar por la ventana abierta un cárabo (búho eminentemente forestal) dando la murga, y desvelarme (la edad, told you), fue naciendo en mí la idea de esta entrada. "Todo esto antes era campo"... y además, literalmente: buena parte de las saucedas y otros bosquetes que conforman el verde oscuro de la imagen, el paisaje hacia el sur desde la casa de la aldea, eran campos de cultivo y prados de pasto y siega la primera vez que me asomé a esa ventana; los arbustos de aquellas se limitaban a formar setos entre campos de cultivo. Y desde esa situación "intermedia", A Limia se ha desplazado hacia los dos extremos: o fincas abandonadas con bosque en regeneración* o cultivos intensivos donde no quedan ni setos, ni hierbas, ni nada que no sean patatas, trigo o maíz. No es la situación ideal para muchas de las aves de medios agrícolas (las forestales dan palmas con sus inexistentes orejas, por otra parte), cuyas poblaciones caen en declive al no tener ni arbustos donde anidar ni campos donde comer; aves como la tórtola europea, que antes era tan frecuente en esta comarca (donde, por cierto, más se las caza en Galicia; aunque esa ya es otra historia suficientemente desarrollada este año...).
Revirtamos pues A Limia a su estado original, que es... ¿cuándo? ¿Cuando todo esto era campo, en mi niñez? ¿O cuando todo esto era campo de verdad, esto es, antes de que migrasen a Bilbao y Alemania buena parte de los jóvenes que cultivaban tierras que, desde entonces, comenzaron un proceso de abandono del que yo solo estoy contemplando el final? ¿O antes incluso aún, cuando aquí no había ni campos ni campas, sino una laguna? Eso sería tal vez lo deseable, pues "una laguna" es lo que más tiempo estuvo siendo esta comarca antes de retrotraernos a épocas prehistóricas. Una laguna que seguramente albergó poblaciones muy importantes a nivel peninsular de muchas aves acuáticas, poblaciones que sería crucial recuperar... o tal vez no, no sé; a fin de cuentas nadie se acuerda ya de ellas, nadie las echa de menos, mientras que yo sí echo mucho de menos los grandes bandos de tórtolas y los aguiluchos pálidos y cenizos de mi niñez...
Shifting baseline, que es de lo que va esta entrada, es un concepto con el que me crucé recientemente, aunque lleva manejándose en biología de la conservación desde hace décadas, y que no sé traducir satisfactoriamente al castellano: viene a decir que muchas veces, cuando queremos preservar un hábitat o conservar una especie, tendemos a aspirar a condiciones que se nos antojan ideales en nuestra memoria, pero que tal vez no sean tan ideales después de todo, pues nuestra memoria es débil, miope y muy selectiva. Yo recuerdo y me gustaría volver a ver el castillo de Monfragüe sin todas las barandillas, luces y demás medidas de seguridad que a mi modo de ver le han robado el alma, pero estoy por lo demás tan contento con la carretera asfaltada que sube hasta su base y que seguramente horrorice a los que peinan más canas que yo en esto de pasear el monte... Es importante pues contar en cualquier proyecto de conservación con cuanta más información histórica objetiva mejor, para asegurarnos de que se restaura y conserva lo que había realmente, y no lo que creemos que había. Eso, y aprender a vivir también con el enfoque práctico de que "lo que había" igual no es lo que toca que haya ahora, vistas las circunstancias actuales. No envidio desde luego a los gestores que tienen que (o que deberían) lidiar con todas estas disquisiciones... a mí seguramente me costaría tanto decidirme que, para cuando llegase a alguna conclusión, esa ya se habría quedado obsoleta.

*O, en boca de los locales, "fincas que se come la maleza". Una única realidad y dos formas de expresarla con implicaciones bien distintas y contrapuestas...

miércoles, 14 de agosto de 2019

Daños y perjuicios

Madrid Chamartín - Ourense Empalme. No sé si os gustaban más o menos mis entradas sobre viajes en tren, pero sí sé que a mí me gustaba escribirlas. O, por ser precisos, hacer el ejercicio mental a lo largo del trayecto de leer el paisaje, y no solo el libro que toque en la mochila o los subtítulos de la película que sea que pongan. Pero ayer no solo viajaba en un tren vespertino, sino que encima salimos con una hora de retraso, y al llegar a Zamora era ya noche cerrada. Y habrá indemnización por un tanto por ciento del importe del billete, pero el robo del paisaje ¿quién me lo compensa? ¿A cuánto se tasan los milanos y cernícalos comiendo saltamontes en los rastrojos que me tuve que imaginar? ¿A quién le pregunto yo cómo de alto iba el Esla por Ricobayo, cuántas nuevas laderas estrenaban su atuendo veraniego de cenizas en la sierra del Eje...?

lunes, 12 de agosto de 2019

El Doctor Tugo

A esta pequeñaja ya la habíamos visto antes...
¡Hola (de nuevo)! Como ya barruntaba al despedirme en mi anterior blog, no ponía yo la mano en el fuego por que no fuese a volver a las andadas, y efectivamente aquí me tenéis, con nuevo blog y nuevo leitmotiv, pero continuando con una tradición de escribir con irregular regularidad que se remonta ya a trece años ha. Lo de "... y lo que surja" viene de que no se me ocurría mucho qué apellido ponerme, al seguir en un momento un tanto indefinido de mi vida. Lo de "Doc-torTugo" es un pequeño mote simpático surgido en torno a la fecha de mi defensa de tesis (mote que además se apoya en un vídeo en el que salgo "haciendo cosas", cual catalán; ese vídeo se hará publico en algún momento*). Y me lo agencio por su carga histórica, porque si bien a lo largo de todos los años de post-tesis he pensado más de una vez en si tanto batallar había merecido la pena (tanto más en los últimos momentos de postdoc), todos estos años de carrera investigadora han moldeado en buena manera quién y cómo soy, y en conjunto creo que saco más cosas buenas que malas. Doctor soy, pues, y que me quiten lo bailao...

Os pongo un poco al día a los pocos que me seguís desde antes: tras hacer mutis por el foro en enero no me he movido de Madrid. En febrero, y hasta octubre incluido, empecé a trabajar de mañana cubriendo una baja por maternidad en el Centro Nacional de Biotecnología, un centro del CSIC que está en Cantoblanco, en el campus de la UAM; mi trabajo allí consiste en gestionar el papeleo diario de ProteoRed, un consorcio de laboratorios españoles que trabajan en identificación de proteínas. Mañana por fin comienzo mis vacaciones de verano, y a la vuelta en septiembre empezaré por las tardes el máster de profesorado en la UCM, el que se necesita en España para dar clase de ESO o FP. Por más que me haya gustado de siempre la docencia, no tengo aún demasiado claro que quiera/sirva para dedicarme a esto (a ver si a lo largo del máster me aclaro algo), pero en todo caso sin el máster hay muchas puertas laborales a las que no puedo llamar, así que como cuando acabe en ProteoRed estaré cubierto por el paro unos cuantos meses, pues ¿por qué no?

Ha habido muchos días en estos últimos meses en que me podían las ganas de escribir, y ¿para qué vamos a añadir sufrimientos nuevos a los que ya nos trae la vida, no? Pretendo sin embargo tomármelo con filosofía y no vivir agobiado por "tener que" actualizar a diario, sino solo cuando realmente tenga tiempo y me lo pida el cuerpo (y si a diario es, pues bendito sea Dios). Además, para explorar nuevos ambientes laborales, y para dar salida a mis pensamientos diarios que no sean lo suficientemente consistentes como para merecer una entrada, he decidido además desembarcar en Twitter y en Instagram (también para cotillear a la gente, por supuesto). Así que, por una u otra vía, estaré encantado de que me acompañéis en los días venideros. ¡Vamos, pues!

* "Algún momento", en este contexto, equivale tanto a "dentro de mucho tiempo" como a "seguramente nunca"...