domingo, 17 de mayo de 2020

Estreno de Durienses en YouTube

Durienses, un documental de Carlos Rodríguez sobre la fauna ictícola de la cuenca del Duero, lleva unos cuantos meses recorriendo salas pequeñas (podríais suponer que no era uno de los estrenos más sonados) y siendo exhibido en proyecciones organizadas por asociaciones medioambientales y similares. Y yo, que tenía muchas ganas de verlo pero no me había coincidido a mano ninguno de estos saraos, me puse muy contento al enterarme por Twitter de que la Confederación Hidrográfica del Duero, productora de la cinta, lo había subido ayer a YouTube, con lo que pude verlo por fin y darle ese gusto a mi yo ex-acuariófilo de disfrutar con las correrías subacuáticas de unos peces que para el ciudadano medio seguro que son mucho más desconocidos que los de un arrecife tropical.
El documental habla al principio del origen y peculiaridades del Duero y sus afluentes, cuyas cabeceras por la margen derecha se adentran en las montañas cantábricas y la región Eurosiberiana, y que en el resto de su recorrido sufren los rigores de fríos y sequías del Mediterráneo continental; factores todos ello que modelan la fauna de sus aguas. Aprovecha después las migraciones río arriba para desovar de cuatro especies de peces, escalonadas en el tiempo (las truchas aún en invierno, y después bogas, barbos y por fin calandinos) para poner en contexto los cambios del río a lo largo del año, y mencionar de paso otras especies.
Me ha gustado mucho, la verdad. Podría ponerle como pegas que el lenguaje en algunos momentos creo que a la vez se pasa de científico y se queda corto en explicaciones, y que no mencione más especies de peces también presentes en la cuenca (autóctonas o no), siquiera someramente; pero es visualmente muy bonito, con imágenes tanto bajo como sobre el agua de gran calidad, que cubren todo el recorrido del río, desde su nacimiento en el Urbión hasta que desaparece en Portugal por los Arribes salmantinos. Podría uno imaginarse perfectamente en tiempos a los osos castellanos pescando barbos en los rápidos de las cabeceras talmente como los del norte pescan salmones... y no os cuento más, para animaros a que lo veáis. Espero que os guste tanto como a mí.