domingo, 25 de abril de 2021

Un himno a la vida en el Yorkshire rural (libros de 2021, 6/x)


Con este libro no me he tenido que esforzar en sacar fotografías de cubierta y contraportada; como lo recibí así sin su forro original me creéis si os digo que ahora ambas lucen igual. Pero el ángulo sí os permite ver en el lomo de qué libro se trata (Todas las criaturas grandes y pequeñas, de James Herriot. Editorial Grijalbo, 1975); y hasta las 300 pesetas marcadas a lápiz en la esquina de la guarda que costó en algún momento de su dilatada existencia, que se traduce en los agradabilísimos tono sepia y olor del papel...

El argumento del libro es sencillo de resumir: James Herriot, pseudónimo del protagonista y autor, escribe sus memorias como veterinario rural por los valles de Yorkshire a finales de los años 30; todo el libro se estructura en multitud de pequeños capítulos, cada uno generalmente sobre una anécdota concreta, y con multitud de personajes que aparecen y desaparecen a lo largo de sus muchas páginas. Este es el último de los libros regalo de Reyes que me cayeron este año, y he tardado en leerlo porque temía que me decepcionase. Me explico: lo había cogido en la biblioteca y leído de pequeño varias veces con fruición y, aunque tenía ganas de releerlo, albergaba el temor de que me decepcionase; de que me pareciera simplón, aburrido o algo así... como dice la canción de Sabina, con razón muchas veces, "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". Pero con este libro en concreto me alegro de haber vuelto: a pesar de que no hace mucho vimos mi hermano y yo la serie reciente basada en el mismo (y en los que vienen detrás; son cuatro libros, creo), y tenía por eso bastante frescas muchas de las anécdotas, ha seguido gustándome muchísimo: es un libro de paisajes y personajes muy vivos, y además muy divertido, y me dio tanta pena terminarlo que estuve a punto de releerlo al momento (cosa de que de pequeño hacía a menudo). Así que nada, como podréis suponer, os lo recomiendo sin reservas.

Como última nota, mencionar que el título del libro (y el del siguiente de la serie: Todas las cosas bellas y hermosas) son versos de uno de los himnos litúrgicos anglicanos más conocidos. Lo he mencionado más veces en las precuelas de este blog: si algo saben hacer bien en los países anglosajones es cantar en la iglesia.

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