Cada primero de año me da por hacer balance de las especies nuevas que he visto el anterior. Por "especies nuevas" se suele sobrentender que me refiero a "de aves"; y suele ser verdad, porque son las que me hacen más ilusión, pero no solo: incluyo en estos balances todos los vertebrados nuevos, y suelo acordarme también de algún invertebrado o vegetal que me hiciese especial ilusión o que recuerde con particular cariño... pero ¡qué le vamos a hacer!, los terópodos mandan, y tiran más dos Parus que dos carretas.
La cosa es que mi afán listero está un tanto desinflado. Tampoco es que eso sea malo; de hecho esta afición corre permanentemente el riesgo, a nada que uno se implica, de derivar en una competición absurda por ver quién la tiene más larga; y de cambiar al hacer un viaje el disfrute del placer de estar en el campo por la ansiedad de tener que subrayar un nuevo nombre en la guía (yo subrayo, no "hago check"; y sí, escribo en mi guía, get over it)... pero bueno, a veces sí lo echo de menos. Por una parte, lógicamente cuantas más especies ve uno más difícil es seguir sumando, claro. Por otra parte, hace unos años me movía más con amigos muy pajareros, activos en las redes de información, dispuestos a salir de improviso y a hacer viajes específicos para ver tal especie escasa o la rareza X, aunque el entorno no fuese bonito (un desagüe en un área industrial, pongamos por caso). Ahora suelo salir al campo más "a caminar", a ver tal o cual paisaje... también lo estoy disfrutando mucho, o incluso más, pero es diferente. Total que hace bastante que tengo descuidado, no ya el tirar de cuaderno de campo cuando salgo, por más vergüenza que me dé reconocerlo, sino directamente mantener una lista de qué llevo visto y qué no. Pero es cierto que tener una lista física que revisar le ayuda a uno a recordar con cariño, las tardes ociosas de domingo, excursiones y otros momentos del pasado... Así que me dio por ponerme a ello: hacía mucho que no actualizaba mis listas de España y del Paleártico occidental (aka WP, Western Palearctic), y me he llevado el pequeño chasco de ver que la española apenas sí asciende a 354 especies (que no está nada mal, es solo que la hacía más alta, la verdad), pero la alegría de que la del WP supera por fin las 400 (está en 411), gracias sobre todo al empujón que supuso el mes que eché en Israel en 2018.
Y con miras a ir recuperando la ilusión de salir al campo más, y de hacer planes a medio y largo plazo, me pareció correcto dedicar una entrada del blog a escribir el complemento perfecto a la lista de lo que ya se ha visto: la de lo que se quiere ver. Una carta a los Reyes, vamos. Y dividida por regiones, esto es lo que me sale:
PENÍNSULA
- Hay un primer Top 5 de especies que me fastidia mucho no haber visto aún, que son las cinco especies reproductoras en España que me faltan por ver: os las ordeno de más deseada/en teoría sencilla de ver a menos tirando de las imágenes y de los mapas de distribución del ya bastante desfasado Atlas de las aves reproductoras de España de 2003, enlazando la ficha correspondiente, por si queréis curiosear por dónde y en qué hábitats se mueven:
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1. Alzacola rojizo Erythropygia galactotes |
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2. Gorrión alpino Montifringilla nivalis |
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3. Camachuelo trompetero Bucanethes githagineus |
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5. Urogallo Tetrao urogallus |
¡Ay, si los urogallos fuesen aún tan no-comunes como en 2003! Pero esta especie se nos va delante de las narices y, siendo aún bastante más abundante que la especie anterior (¿algunos cientos de parejas?), es tan sensible a las perturbaciones humanas que me da mucho reparo siquiera intentar verlo, así que seguramente se quede en esta lista de forma indefinida. Y me fastidia tanto más en cuanto que una vez sí lo escuché volar: estando en el pirineo leridano alguna cosa inmensa revoloteó pesadamente entre los pinos; yo no lo vi, y mis acompañantes, ¡ay!, sí...
- Finalizado el top 5 de especies que como son reproductoras como que las nota uno "más de aquí", y da más rabia no haberlas visto, vendría después una lista bastante mayor de especies migrantes no rarezas que oye, me apetecería bastante ver. Ver las que sí son rarezas también me apetece mucho, claro, o citar alguna vez una primera para España, ya puestos a soñar; pero la ¿gracia? de las rarezas está en su imprevisibilidad, y estas que menciono ahora sí son lo suficientemente regulares como para saber dónde podría esperar verlas. Hablo por ejemplo de algunas aves marinas que me faltan, como varios paíños, el frailecillo, el págalo rabero o el charrán rosado; y que tal vez caigan la próxima vez que pueda hacer una salida pelágica o me dé por sentarme en Estaca de Bares a aburrirme viendo cómo se me escapa la vida en época de migración. Hablo de algunas limícolas que al ser cada vez menos escasas se han caído de la lista de rarezas, como los correlimos pectoral y canelo. Podría meter también al carricerín cejudo y al bisbita gorgirrojo, paseriformes que nos visitan escasamente durante los pasos y que tengo muchas ganas de ver. Y por último metería el buitre moteado, especie africana de presencia habitual en la zona del Estrecho.
- Por último, para terminar de engrosar mi lista ibérica me gustaría meter algunas especies que no he visto en España, pero sí allende nuestras fronteras. Algunas sí serían rarezas aquí, y otras (ya) no, "solo" migrantes escasas. Hay, como en el párrafo anterior, un batiburrillo, un poco de todo: aves costeras y acuáticas como el charrán ártico o la pagaza piquirroja, el avetoro o la gaviota enana; rapaces como el aguilucho papialbo o las águilas moteada y esteparia, paseriformes como la lavandera cetrina, el mosquitero silbador o el papamoscas papirrojo; y hasta una especie reproductora, localizada sin ser demasiado escasa: la perdiz pardilla.
RESTO WP
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El WP típico de las guías (Imagen) |
¿Pero queréis que sume aún más destinos? ¡Si no voy a tener ni tiempo ni dinero! Habrá que ser realistas... Pero bueno, puestos a que nos toque el Euromillón sin jugarlo, me gustaría (por no mear muy lejos del WP) visitar Omán, y las montañas de la Arabia Felix cuando se pueda, que están llenas de especies que me llaman muchísimo la atención. Y saltar de ahí a Socotra, otra isla maravillosa. Y siguiendo con la temática insular, visitar São Tomé y Príncipe; ySeychelles, las Mascareñas y las Comoras, antes que Madagascar; y en realidad Tristán da Cunha, Asunción y Santa Elena antes que ninguna otra isla africana. Ahora que ya la tengo bastante trillada y me siento cómodo no me importaría volver a Sudáfrica, a seguir sumando las especies que me faltan. Y puestos a viajar aún más lejos, la verdad me llaman más la atención la diversidad moderada y de las zonas templadas que el agobio obsceno de las tropicales: Norteamérica antes que el Amazonas, Japón antes que la Sonda, Nueva Zelanda antes que Australia...
... y yo creo que como carta a los reyes ya vamos bien, ¿no? Ya iré actualizando esta entrada cuando toque.
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