sábado, 5 de octubre de 2019

Art attack en el máster

Siempre que llegas a claseeee...
me pillas en el laboratoriooooo...
embadurnado de escayolaaaaa.....
con las maaaaanos en la maaaaasaaaa....

La cosa empezó como suelen empezar todos los marrones de este máster: con un mensaje de wasap en el que alguno del grupo, más espabilado o aburrido que los demás, comenta que se acaba de enterar del último de los trabajos con que a alguno de nuestros profesores se les ha ocurrido formarnos a su imagen y semejanza. En este caso fue un correo tal que así:

 ¿He oído al Antón de hace 15 años comentar jocoso que los alumnos de la Escuela de Magisterio (de la USC) no se dedican más que al "pinta y colorea"? Pues ¡hala, toma backlash! Me toca ahora dedicarme a las manualidades.

 Este es el pequeño botín con que me presenté en clase: hojas de madroño, árbol de Judas y zelkova, y sámaras de tilo, arce y fresno. Y solo tres moscas: las que encontré muertas rebuscando al pie de los ventanales de la Renfe de Cantoblanco al ir del trabajo a la facultad (la gente, desde luego... ¡menudas miraditas! ¡Un respeto, que me estoy educando lo mejor que puedo para formar a sus hijos!).

 Como Neotranslefty se enrolló más de la cuenta en la clase anterior, al final no nos dio tiempo a hacer a todos, todo; y dejando el "ámbar de caramelo" para futuros días más felices, me centré en replicar con plastilina y escayola las sámaras alargadas de un arce negundo (especie americana moderadamente invasora y bastante popular como árbol urbano no sé muy bien por qué, pues es de vida breve y de adulto luce bastante feo, deslavazado; creo que porque aguanta bien la contaminación). El proceso es bastante sencillo: uno hace una especie de platillo hondo con la plastilina y marca apretando la forma del objeto a replicar. Después se retira este, se rellena con escayola, se deja secar...

 ... y voilà, tiene uno un bonito ejemplo de lo que se conoce como molde (que sería la plastilina): la marca dejada en la roca (que en aquel momento era solo sedimento) por un cuerpo que se ha disgregado luego...

 ... y el contramolde (la escayola): la roca formada al petrificarse los sedimentos que rellenaron el hueco del molde. En casa tengo ahora mi pequeño fósil; si alguien lo quiere como recuerdo mío podemos empezar a hablar de dinero...

Pero no nos dedicamos a hacer el canelo solo en Geología. La de Adolescencia y Desarrollo de la Personalidad también nos había pedido que llevásemos "revistas, cartulinas, tijeras, pegamento...", lo que no parecía augurar nada bueno. Ya en clase, nos pidió buscar en las revistas y periódicos imágenes con que montar un collage que representase "conceptos positivos o negativos sobre la autoestima". Plas. Y bueno, la verdad es que la gente en clase estuvo bastante ingeniosa, pero el día me pilló de malas y, al ver que nuestro cartel se estaba transformando en una especie de taza de Mr.Wonderful de gran formato, me pudieron las ganas de intentar sabotearlo, y empecé a recortar pequeñas imágenes y textos que ir colando de tapadillo en el montón cada vez más grande de recortes/lluvia de ideas con que montar el póster final; mientras intentaba aguantarme la risa...

 Y me alegra comprobar que, a día de hoy, todavía sigue un quintacolumnista en pie:


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